Es indispensable que para este tipo de trabajos es necesario tener ayuda psicológica, ya que, dormir animales debe ser una experiencia terrible, ver como se va la vida de seres inocentes porque sus dueños lo abandonaron o no esterilizaron a tiempo.
En Taiwán, una nueva ley saldrá por fin, luego de ocurrir el suicidio el año pasado de una veterinaria que quedo afectada de por vida por matar a más de 700 animales en tan solo un período de dos años.
La introducción de esta nueva ley en Taiwán ha concentrado la atención del caso de Chien Chih-cheng, la veterinaria fue duramente criticada por el número de animales que tuvo que sacrificar.
La ley entrará en vigor el sábado 4 de febrero de 2017 y será ilegal aplicar eutanasia a los animales abandonados y honorarios de 124 dólares para quienes abandonan a sus mascotas en refugios.
Chien, quien era Directora del Parque Educativo de Protección Animal en la ciudad de Taoyuan, se suicidó en mayo del año pasado a la edad de 31 años, con el mismo fármaco con el que durmió a cintos de perros.
La veterinaria solo dejó una nota donde explicaba el desconsuelo que sentía por tener que destruir la vida de tantos animales callejeros e instando al gobierno a actuar para controlar el problema desde su origen.
Ella había aparecido en TV llamando al público para que adoptaran en lugar de comprar perros, debido al número muy alto de animales abandonados en todo Taiwán.
En el 2015 alrededor de 10.900 perros fueron dormidos en Taiwán mientras que los refugios trabajaban duro para crear conciencia sobre los problemas derivados al abandono de los perros.
Durante una entrevista, Chien lloró al describir el impacto emocional que significaba aplicar eutanasia a 700 perros callejeros, pero desafortunadamente tuvo el efecto contrario al revelar lo que había hecho.
Fue llamada “carnicera y la hermosa asesina” confesó a la BBC su compañero de trabajo Kao Yu-jie.
“A menudo nos regañan, algunas personas dicen que iremos al infierno, que amamos matar y que somos crueles”.
En la carta que Chien dejó decía:
“Espero que mi partida les permita darse cuenta que los animales abandonados también son vidas. Espero que el gobierno sepa de la importancia de controlar la fuente (del problema)… Por favor, valoren la vida”.
Quizás trabajó en el lugar y momento incorrecto, pero su amor hacia los animales, permitió que el gobierno se diera cuenta, además de las leyes, el presupuesto gubernamental dedicado a este sector aumentará a un 40%.
