Hailey Morrissey comenzó su escuela y exactamente en primer grado, su piel repentinamente estalló en una severa psoriasis, la cual le produjo marcas rojas que cubrían todo su cuerpo. Y como efecto, los niños de su clase que no habían visto algo parecido, comenzaron a burlarse de ella.
Hailey decía; “Simplemente no me siento bonita”, la niña se sentía excluida y la autoestima de Hailey, como era de esperarse, cayó por el piso, hasta que un valiente acto de amor y compañerismo sorprendió a todos.
Los niños más grandes de la escuela (exactamente los de 5to. Grado) decidieron hacer algo al ver así a Hailey por su cuenta. Y los más sorprendente de todo, es que no fueron obligados por los adultos, simplemente ellos decidieron hacer algo y apoyar a la niña.
Ellos escribieron cartas a Hailey, animándola y haciéndole saber que era hermosa, además le enviaron pulseras de amistad para hacerle saber que tenía amigos, incluso la acompañaron a clases para evitar que sus compañeros de salón la molestaran.
Hasta los maestros de la escuela se sorprendieron por la bondad de los otros niños.
“Ellos pueden hacer una diferencia, incluso para una niña que está teniendo problemas”, dijo Sara Martin, profesora de la institución.
Y con el tiempo, la madre de Hailey, Rebecca Morrissey, optó probando medicamentos para adultos, a pesar de los efectos secundarios, y poco a poco ha ido logrando que mejore.
Con la valiosa ayuda de unos increíbles niños de quinto grado, Hailey fue capaz de aprender a aceptarse y ahora está feliz, dice riendo:
“Tengo un montón de amigos ahora y me siento muy bien”
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