Los perritos pueden ser también muy impredecibles y cuando tenemos todo preparado y servimos la mesa, lo más conveniente es dejar alguien a cargo vigilando la mesa.
pero, esto no se les ocurrió a esta familia, y su perrita llamada Bubba, se dio un muy buen banquete cuando todos estaban distraídos.
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En el momento en el que algo así ocurre, la rabia puede apoderarse de nuestro cuerpo y alma pero enseguida viene la resignación y el perdón en Navidad es la mejor de las acciones.
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Esta perrita es una chi Apso, un cruce entre Chihuahua y Lhasa Apso, y sus dueños notaron su fechoría cuando vieron el tamaño de su panza.
Bubba casi no podía moverse y solo dejó unas masas de la lechuga del pavo, y supuestamente toda la comida era para alrededor de 3 personas.
Sus dueños decidieron compartir la anécdota:
Ya sabes para la próxima, que debes vigilar tu cena!