El ser humano es una criatura capaz de adaptarse a diferentes circunstancias llenado a acostumbrarse a ellas al ser un ser de hábitos. Dependemos de acciones y estimulaciones para determinar nuestra personalidad. Los hábitos que adquirimos son los que nos entregan esa sensación de familiaridad, comodidad y seguridad en nuestra vida. Algunos de ellos son incluso inconscientes, como hacer sonar los nudillos, tocarnos el pelo… incluso muchas veces no sabemos cómo comenzó ese hábito.
Según Charles Duhigg, autor del libro “La fuerza de la costumbre“, los hábitos no nacen, sino que se crean. Cada hábito malo, por muy insignificante que sea, comienza con un patrón psicológico llamado un “circuito de hábito”. Duhigg define a este circuito como un proceso de tres partes.
El primer paso es el detonante que le dice a tu cerebro que desarrolle una conducta determinada. El segundo paso es la conducta en sí misma, o la rutina que ésta crea. El tercer paso es algo que le ayude a tu cerebro a recordar aquél circuito en el futuro.
Estos hábitos son muchas veces difíciles de romper, ya que incluso olvidamos que los tenemos. Debido al “circuito de hábito”, podemos hacer otras cosas sin pensar en ellos. Uno muy común es poder conversar, trabajar, estudiar mientras… nos mordemos las uñas, sin darnos cuenta del momento en que ponemos los dedos en nuestra boca. En algunos casos las personas se vuelven esclavos de sus hábitos que incluso controlan algunos aspectos de su vida. Sin embargo, hay maneras de reemplazar los malos hábitos por unos buenos… y todo lo que se necesita son 66 días.
En un estudio publicado por el diario European Journal of Social Psychology, Phillippa Lally y su equipo de investigadores encuestaron a 96 personas durante 12 semanas para descubrir el tiempo que se necesita para iniciar un nuevo hábito. Los participantes eligieron un nuevo hábito e informaban cada día cuán automático habían sentido el comportamiento. Al final de ese período, Lally analizó los resultados y encontró el promedio de tiempo que le tomó a los participantes crear un nuevo hábito: 66 días.
Si bien, los resultados reflejan el tiempo promedio que se necesita para un nuevo habito, podemos también con eso determinar el que se necesita para acabar con un hábito viejo y comenzar con uno mejor. Si sacas un hábito de tu vida de la misma manera en que lo pusiste, te librarás de la parte inconsciente y de aquellos patrones perjudiciales que lo causaron. Podrías reemplazar esos viejos hábitos malos por unos nuevos que sean buenos para ti.
En vez de tomar una bebida durante la cena, podrías beber agua durante 66 DÍAS. Sin importar los motivos, esta investigación debería ser el catalizador que necesitabas para acabar con esos malos hábitos y empezar desarrollar algunos más positivos. No hay mejor momento para comenzar como el presente.
Grita al respecto (Días 1- 22)
Dile a tus amigos, familiares y compañeros de trabajo que estás en una misión. Pídeles que te vigilen para evitar que vuelvas a caer en tus viejas costumbres. Pídeles que constantemente te estén retando, molestando y recordándotelo.
Auto-Analízate (Días 22- 44)
Examina cuidadosamente tu vida. Este es el momento para ahondar profundo y hacerse un examen de conciencia. ¿Por qué haces esto? ¿Cómo quieres presentarte ante los demás? Intenta descubrir la esencia detrás de lo que estás haciendo y cómo eso va a afectar tu vida.
Encontrar la luz (Días 44- 66)
La tercera etapa es el empujón final. Ha sido un largo camino, pero todavía te quedan los últimos 22 días. Es fácil rendirse, cansarse y olvidarse por qué estás haciendo esto. Es fácil regresar a tus viejas costumbres, ya que, hasta este momento, todavía no te has librado del hábito. En esta etapa, debes encontrar algo a que aferrarte.
Consentirte (66 +)
La única manera de solidificar el término de una vieja costumbre o el nacimiento de una nueva es celebrándolo. Haz una fiesta, bebe un poco, grita desde un edificio muy alto, sal con tus amigos. Si se trata de un hábito que mucha gente ha estado esperando que dejes, entonces todos querrán celebrarlo contigo.
(Fuente: Elitedaily)
Si eres de los que cree que no puede comer sin una bebida, aunque sabes que en exceso te hace mal, si eres de los que estando con amigos no puedes dejar de comer las uñas, esta nota es para ti. Nunca es tarde para dejar un mal hábito, o mejor aún reemplazarlo por uno mejor. Haz que esas costumbres dejen de ponerte en situaciones incomodad o simplemente ser dependiente de ellas, es momento de cambiarlas, empieza ahora ya, mañana solo te quedaran 65 días.
Comparte con quienes sepas que les servirá este desafío.