Esta pequeña joven llamada Jenny debió enfrentarse a una muy difícil decisión, que sin importar la edad, ninguna persona está preparado para ella. Una decisión que tendría a la mayoría de los adultos luchando en un dilema y un tremendo conflicto interno. Ésta es una historia increíblemente conmovedora pero con un final esperanzador.
Jenny Lake era una adolescente normal que iba a la escuela de Pocatello, en Idaho Estados Unidos y que hacía poco había comenzado a salir con un chico llamado Jason.
Un día comenzó a sufrir terribles dolores de cabeza que no la dejaron por varios días. Fue ahí cuando Jenny decidió visitar al médico. Durante el examen, descubrieron que tenía una masa de 2 centímetros en el cerebro. Poco tiempo después, recibió el impactante diagnóstico: Cáncer.
Debió recibir quimioterapia para poder sobrevivir.
Fue una noticia estremecedora tanto para su novio como para su familia, pero todos quedaron siempre a su lado para apoyarla durante ese momento difícil.
Junto con la noticia del cáncer ella recibe otra más, que en otras circunstancias la habría hecho feliz y hubiera sido motivo de dicha: Estaba embarazada.
Aunque Jenny estaba emocionada por el bebé, ahora se encontraba frente a una decisión difícil. Por una parte el bebé nunca sobreviviría a la quimioterapia, pero por otro lado, si no recibía el tratamiento, ella moriría. El cruel dilema entre morir o vivir.
Pero Jenny toma una decisión. Inmediatamente deja la quimioterapia y nueve meses después nace su pequeño hijo Chad Michael. Pero esto también significaba que ella moriría. Después de que Chad nació, Jenny susurró: “Lo logré, mi trabajo está hecho.”
Seis días después, Jenny salió del hospital con el pequeño Chad. Quería sentirlo cerca, rodearlo de amor y disfrutarlo todo el tiempo posible.
Doce días después, Jenny sostenía a Chad en sus brazos cuando lamentablemente falleció.
El amor de esta madre fue tan grande, que dio su propia vida para salvar la de su hijo. Es un amor indescriptible que solo una madre puede sentir por su hijo.
El amor de su madre acompañará a Chad por siempre.
Esta increíble y conmovedora historia muestra lo fuerte, valiente y amorosa que puede ser una madre cuando se encuentra en la disyuntiva de salvar a un hijo, como fue lo que hizo Jenny. Lamentablemente este pequeño no podrá crecer junto a su madre pero sin duda su familia será la encargada de recordarle para siempre que lo amó al punto de darle su vida.
Comparte la historia de esta madre y su inmenso amor hacia su hijo.