Los ancianos muchas veces son apartados de la sociedad cuando ya llegan a una edad muy avanzada, sin embargo, se nos olvida que ellos han sido los que han formado la sociedad de hoy en día y tampoco nos gustaría que hicieran lo mismo con nosotros cuando hayan pasado algunos años. Humanitas, una organización de servicio social en Holanda, ha creado un modelo fantástico de ayuda a los estudiantes con sus gastos, y a los ancianos con su cuidado e interacción social que son necesarios para mantener su salud física y psíquica. Por el alojamiento temporal en el hogar de ancianos en Deventer, una ciudad holandesa, seis estudiantes deben pasar por lo menos 30 horas al mes con 160 residentes ancianos que viven allí ayudándoles de varias maneras: preparándoles la comida, haciendo compras o enseñándoles a trabajar con Internet.
Los estudiantes reciben el alojamiento gratis comprometiéndose a pasar tiempo con los residentes del hogar de ancianos.
Los estudiantes pasan por lo menos 30 horas al el mes comiendo, hablando, haciendo compras o incluso jugando con los ancianos.
“Es importante no aislar a los ancianos del mundo exterior”, dice Gea Sijpkes, el director ejecutivo de Humanitas Deventer.
“Cuando tienes 96 años y problemas de rodilla, bueno, la rodilla ya no va a mejorar…”
“Pero lo que se puede hacer es crear un ambiente donde uno olvide la rodilla doliente”
Una excelente iniciativa que países con un alto desarrollo cultural dan ejemplo al mundo. De alguna forma se ayuda a aquellos que están terminando su vida a hacerlo de una manera acompañada y activa, y a su vez ayuda a quienes la comienzan como a poyo en sus gastos de estudios para cumplir sus sueños. Algo digno de imitar.
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