La obesidad es una epidemia mundial en estos tiempos, más aun en los niños. Debido a las miles de opciones en comida rápida, dulces, helados, entre otras cosas, los más pequeños de la casa a temprana edad ya tienen el peso de un adulto, lo que además de traer graves consecuencias en la salud, también les causa mucha inseguridad, ya que, son sometidos a muchas burlas dentro de sus pares en los colegios. Esta niña fue siempre insultada hasta que su familia quiso dar un paso radical.
Breanna Bond, de California tiene 9 años. Pero mientras otros niños de su edad, jugaban y revoloteaban por doquier, ella solo con subir un par de escaleras estaba exhausta y le faltaba el aire. A esta corta edad la balanza reveló un día 84 kilos de peso. Mientras que una niña promedio pesa aproximadamente unos 26 kilos.
Pero su problema de sobrepeso empezó cuando era solo una pequeña niñita. Cuando entró al jardin infantil, ya pesaba unos 45 kilos. En la escuela era siempre la diversión de los otros niños. “Todos en la escuela me dicen grasosa”, dijo Breanna con lágrimas en sus ojos.
Su madre Heidi, no podía aceptar seguir viendo tan triste y deprimida a su pequeña hija. Ella sabía que esto debía tener pronto un final, así que tomó una decisión para poner punto final a esa situación. Un riguroso programa de adelgazamiento era la solución y debía empezar cuanto antes. Pero la niña de solo 9 años, no podía aguantar ese reto sola. Así que toda la familia decidió acompañarla.
Cada día, caminaban y corrían con ella 6 kilómetros sin excusa, su padre, su madre y su pequeño hermano de 5 años Nathan. “Hemos hecho esto desde el principio, como una familia. Nada nos ha detenido a la hora de salir a correr, así llueva o caiga nieve. No existe ninguna excusa”, dijo la madre de Breanna. Solo 20 gramos de grasa al día y la menor cantidad de azúcar posible eran permitidos. Además de esto, Breanna pasaba cada día 75 minutos en la cinta para correr. El resultado es simplemente espectacular.
En el plazo de un año, Breanna logró bajar 30 kilos. El tiempo en el que en su escuela le llamaban grasosa, ya es cosa del pasado. Muchos niños que antes se burlaban de ella, no la reconocían y preguntaban: “¿Quién es la nueva de la escuela?” Breanna se deshizo de su sobrepeso y está feliz como es ahora. Aquella chica que antes tras pocos metros recorridos tenía que detenerse para tomar aire, practica ahora activamente Basketball y natación en su escuela, además de ser la nueva porrista del equipo.
Su madre no puede sentirse más orgullosa: “Ella me sorprende todos los días. Es una inspiración para todos los niños del mundo que padecen sobrepeso. Su difícil reto y constante lucha, demuestra que sí queremos conseguir algo en la vida, con disciplina y esfuerzo lo podemos lograr, ella solo necesitó un par de zapatos deportivos y motivación. Su vida cambió por completo”. El padre de Breanna aconseja a los padres cuidar mucho la salud de sus hijos y ponerla en primer lugar: “No tengan miedo y atrévanse a dar el primer paso. Vale la pena hacerlo. Pues la vida de sus hijos es la que está en juego”.
Los índices son escalofriantes. La obesidad infantil es uno de los problemas más graves del siglo XXI. El problema es mundial y está afectando progresivamente a muchos países. La prevalencia ha aumentado a un ritmo alarmante. Se calcula que en el 2010 ya habían 42 millones de niños con sobrepeso en todo el mundo. Estos tienden a seguir obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
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