La frase de “la esperanza es lo último que se pierde” toma un sentido mucho más real al escuchar acerca de historias como estas. Todos hemos visto las devastadoras consecuencias que ha traído consigo el terremoto de Nepal, dejando a miles de muertos, heridos y desaparecidos. Pero dentro de toda la tragedia, aún hay luces de milagros que dan esperanza. Después del terremoto Sonit Awal fue encontrado, un bebé de tan solo 4 meses que había permanecido sepultado en las ruinas de su casa durante 4 largos días.
Toda su familia lo daba por muerto hasta que los oficiales de la armada de Nepal escucharon su leve llanto. Rápidamente se organizaron y pudieron sacarlo con vida de entre los escombros.
Las autoridades dicen que la cifra de muertos por el terremoto es superior a 5000 y hay millones de personas afectadas en Nepal.
Pero cuando vemos milagros como éste, no hay que perder la esperanza porque todavía puede haber personas vivas atrapadas entre los escombros.
Milagrosamente el bebé se encuentra bien, no tiene lesiones ni externas ni internas.
Eventos como estos son los que dan verdadera alegría en el corazón y nos hace pensar y sentir lo que realmente es valioso en la vida. En un solo segundo todo lo material y superficial puede caer, pero las leves luces de vida hacen que todo tenga sentido. Afortunadamente para esta familia, el final de esta trágica catástrofe tuvo un final feliz.
Esta increíble historia debe ser difundida a todos, compártela a tus amigos.