El afán del ser humano de demostrar su superioridad me sorprende día a día, porque por querer demostrar algo o descubrir otra cosa, somos capaces de dañar a quien se cruce en nuestro paso con tal de cumplir nuestro cometido.
Lamentablemente, quienes sufren estas opresiones por nuestra culpa, son aquellos que no tienen voz para expresar su descontento, para exigir sus derechos o para pedir ayuda. Situaciones que muchos podemos creer que son intolerables, ocurren día a día bajo nuestras narices.
Esta es la historia de Henrietta, quien vivió una triste vida y nunca pudo ser madre, pero en una muñeca encontró cómo demostrar todo su amor…
Henrietta, Es Una Chimpancé De 48 Años Que Fue Raptada Siendo Una Pequeña Cría, Desde Su Hábitat Natural, En África. Ella Sería Utilizada Para Que Nosotros, Los Humanos, Hagan Pruebas En Laboratorios Con Ellos.
Tuvo La “Suerte” De Estar Encerrada En Una Jaula Con Otra Chimpancé, Tami, Por Lo Que Entre Ambas Hicieron Su Estadía De 17años Encerradas, Algo Más Llevadera.
Tras Todos Esos Años Encerrada, La Agrupación Save The Chimps, La Rescató Y Le Dio La Bienvenida A Su Santuario, Creado Para Chimpancés De Laboratorios. Y, A Pesar De Su Triste Experiencia, Henrietta Es Muy Amorosa Y Tiene Mucho Amor Por Dar.
Es Que, Al Vivir En El Encierro, Nunca Logró Ser Madre, Quizás Su Mayor Sueño Frustrado, Por Lo Que “Adoptó” Una Pequeña Muñeca.
Es Triste Y Emocionante A La Vez, Porque Se Nota Que La Ama Mucho, Pues, La Arrulla, La Besa, La Cuida E Incluso Intenta Amamantarla ¡Para Ella Es Su Hija! Y, Al Nunca Haber Sido Madre, Tiene Un Fuerte Instinto Maternal Arraigado En Su Ser.
Créditos: savethechimps
Esta historia es realmente conmovedora y muy triste, porque no puede ser que por culpa nuestra, otros seres igual de importantes se pierdan la oportunidad de vivir vidas como les corresponde.
¡Si tú también estás en contra del uso de animales en laboratorios, comparte esta nota!