En las grandes ciudades, debido al tráfico, las personas prefieren movilizarse en los transportes públicos, o tal vez en otros casos, solo no tienen un auto y se ven obligados a usarlo. Pero lo que es conocido por todos es que el transporte público es una olla a presión para la tensión social. Los pasajeros tienen que lidiar diariamente con barandillas llenas de gérmenes, gran cantidad de personas, y un sinfín de retrasos en el programa o cambios.
Luego, por supuesto, hay quienes quieren agregarle, al ya largo viaje, situaciones muy incómodas y en algunos casos peligrosas.
Puede ser una molestia leve o en otros casos excesiva, como el vídeo a continuación. Cuando un hombre iracundo parece a punto de atacar a una mujer tranquilamente sentada en su asiento, por suerte, otro viajero intervino para calmar la situación con la mejor arma: la vergüenza.
(Fuente: 22 Words)
Afortunadamente este hombre pudo evitar una peor situación para estar mujer que tranquilamente viajaba sola. El “hérore” de la jornada era más grande en estatura y podría haberlo golpeado fácilmente, sin embargo, con su reacción podemos aprender una lección importante que todos deberíamos tener en cuenta, los matones se merecen toda la vergüenza que puedan recibir.
Comparte este video con otros, no dejemos que los ladrones tengan el poder en nuestra sociedad.