El fotógrafo Chino, con sede en Londres, Otsuka tropezó con una colección de sus viejas fotos de infancia y se inspiró de inmediato. ¿Y si su imagen actual se superpone al lado de la figura de su propio “niño” en la misma fotografía? Los resultados, como verás, son bastante increíble. No sólo las fotografías se ven completamente real, sino que hay algo mágico que transmite cada una.
1982 y 2005, París, Francia
1976 y 2005, Kamakura, Japón
1977 y 2009, Jardín de Luxemburgo, Francia
1979 y 2006, Kitakamakura, Japón
1975 y 2005, España
1980 y 2009, Nagayama, Japón
1981 y 2006, Ofuna, Japón
1982 y 2006, Tokio, Japón
1984 y 2005, Londres, Reino Unido
Este proyecto apela a nuestro sentido del envejecimiento y nosotros mismo. Como niños, no tenemos idea de lo que vamos a ser cuando crezcamos o que vamos a lograr. Otsuka ha cruzado esa brecha en forma de fotos y presenta al mundo una perspectiva interesante sobre lo que eso significa para definir tu propia identidad. ¿Logramos ser lo que soñamos una vez cuando niños?
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