Una investigación realizada por la Fundación Interamericana del Corazón en Argentina (FIC Argentina), ha estudiado 184 bebidas azucaradas, para corroborar las cantidades de azúcar de cada una de ellas. El resultado más relevante, se obtuvo de las bebidas gaseosas, las que contienen 65 gramos de azúcar, que equivalen a 13 cucharaditas, en solo 500 ml.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda que el consumo de azúcar agregada, de ser de menos del 10% de las calorías totales consumidas por una persona al día, esto significa 50 gramos de azúcar diaria, (10 cucharaditas), para una persona con una ingesta de 2000 calorías.
Por lo que si piensas, con solo una botella de medio litro de bebida, una persona ya supera la cantidad de azúcar agregada recomendada.
El consumo excesivo de azúcar agregada, aumenta considerablemente el riesgo en las personas de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes.
El etudio de la FIC, se realizó el año 2013, y en este se demuestra que las bebidas son las que más azúcar tienen, con 21,9 gramos, por cada 200 ml (un vaso). Las bebidas energéticas, no se quedan atrás, con importantes 12 gramos, tanto las aguas con sabores, aunque no lo creas, tienen 9,6 gramos.
Es muy importante considerar que el consumo en exceso y reiterado de bebidas, tienen con seguridad un impacto negativo en la vida de quienes las consumen porque se tratan de las tan conocidas “calorías vacías”, puesto que brindan una importante cantidad de calorías, sin aportar en saciedad ni nutrientes. Por lo que se recomienda, para la sed, beber jugos naturales y de verduras, endulzados naturalmente, puede ser con miel o stevia.
“Las gaseosas son alimentos de bajo valor nutricional, que aportan innecesarias cantidades de azúcar y calorías a la dieta”, afirma Lorena Allemandi, directora del área de Políticas de la Alimentación Saludable, de la FIC.
Esto, provoca que la población, generalmente la más joven, se vea afectada por una epidemia: la obesidad. Es por esto, que a nivel internacional la OMS, ha aprobado un plan, para prevenir la obesidad infantil y adolescente, a través de un conjunto de medidas políticas públicas que pretenden difundir.
“Estas políticas públicas son necesarias para que el consumo de bebidas azucaradas se reduzca, junto con otras fuentes de azúcar agregada, promoviendo también el acceso al agua potable de manera gratuita”, continúa Allemandi.
Según encuestas del año 2013, el 57,9% de la población adulta, del mundo, se encuentra con exceso de peso, aumentando considerablemente, también, las tazas de obesidad de la población, incluyendo a niños y adolescentes, especialmente, en sectores socioeconómicos bajos.
Por esto y más, es necesario promover una buena alimentación, especialmente a los más vulnerables.
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