A veces, cuesta entender cómo las personas son capaces de hacer cosas tan horribles, hacia otra persona u otro ser vivo, sin considerar que también son seres que merecen tanto como uno, el espacio en este planeta.
Si alguien no está dispuesto a cuidar a un animal que ha llegado sin ser esperado, lo correcto sería asegurarse de que quede en buenas manos, especialmente, si se trata de un cachorro que no puede arreglárselas solo.
Eso esperaría de un ser un humano con corazón, lamentablemente, esta historia no comienza así…
Fue Encontrado Cuando Tenía Solo 8 Semanas De Vida, En Una Caja Al Costado De Un Camino. Todo Lo Que Estaba A Su Alcance, Era Una Fría Caja De Cartón Y, En Ella, Su Vida Estaba Condenada A Acabar Más Pronto Que Tarde.
Apenas Podía Moverse Y Estaba Muy Débil, Pero De Vez En Cuando Se Escuchaba Un Sollozo Desde La Casa. Esos Mismos Ruidos, Fueron Los Que Llamaron La Atención De Los Trabajadores Del Centro De Cuidados De Animales De Nueva York, Quienes, Por Cosa Del Destino, Pasaron Cerca De La Caja.
Al Abrirla Encontraron A Este Cachorro, Sin Siquiera Fuerzas Para Levantarse. Sabían Que Necesitaba Atención Médica Especializada Con Urgencia, Por Lo Que Llamaron Ala Organización Second Chance Rescue, Dedicados A Casos Severos De Abuso Y Negligencia Animal.
Denise Días, Fue La Voluntaria De Esta Organización En Recibir El Llamado. Cuando Vio A Este Cachorro, Comenta Que Quedó Impactada, Porque No Se Movía Pero Ocasionalmente, Dejaba Escapar Un Sollozo. Además, Afirma Que Sufría Del Peor Caso De Sarna Que Había Visto.
En Camino Al Centro, Esta Mujer Chequeaba Constantemente Que El Perro No Dejara De Respirar Y Le Prometió, Que Si Sobrevivía, Sería El Inicio De Una Mejor Vida. Y Así Fue…
La Llamaron Princesa Peach, Y Le Dieron Todos Los Cuidados Necesarios, Para Su Recuperación. Uno De Los Voluntarios, Incluso Se La Llevó A Su Casa, Para Poder Cuidarla De Día Y De Noche. Poco A Poco, Ya Estaba Mucho Mejor.
Comenzaron A Buscarle Un Nuevo Hogar Y, Sin Esperarlo Un Día, Alguien Llegó Por Ella. Eddie, Padre De Dos Niños, La Adoptó Y La Rebautizó Como Schultzie. Desde Entonces, Es Un Miembro Más De Su Nueva Familia Y, Su Cuidador, Constantemente Comparte Fotos De Ella En Facebook.
Créditos: upsocl
Una historia con un terrible comienzo, que de no ser por cosas del destino, hubiera tenido un final muy diferente, pero por suerte esta perrita, hoy está a salvo.
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