Los coágulos sanguíneos son el producto resultante de la coagulación de la sangre. Un trombo es un coágulo de sangre que no se disuelve y permanece dentro del vaso sanguíneo en el que se ha formado. El trombo o parte del mismo puede desprenderse del vaso y viajar a través del torrente sanguíneo. Cuando esto ocurre el trombo pasa a denominarse émbolo.
Tanto los trombos como los émbolos pueden enclavarse en un vaso sanguíneo y bloquear el flujo de sangre en ese lugar. Este bloqueo priva al tejido de la zona de la llegada normal de sangre y oxígeno, situación que se conoce como isquemia. La isquemia puede producir la muerte (infarto, necrosis) del tejido en cuestión.
Los émbolos en los vasos pueden afectar a las extremidades (especialmente piernas y pies), al cerebro (ictus) o al corazón (infarto de miocardio). Si afecta a las arterias que aportan sangre a los pulmones, hablamos de embolismo pulmonar.
Trombo: plaquetas, fibrina y glóbulos rojos
En algunas personas, existe un mayor riesgo de formación de coágulos de sangre. En esto influyen:
- Estilo de vida sedentario
Esto puede ser debido a una enfermedad que requiere de un prolongado reposo en cama, un trabajo sedentario, o viajes y vuelos en avión largos. De acuerdo con las estadísticas internacionales, cada hora en diferentes aeropuertos del mundo, de esa manera, muere una persona.
- Las hormonas
Las mujeres tienen 5–6 veces más probabilidad de desarrollar la trombosis. Esto se debe a la secreción de la hormona femenina, estrógeno. Especialmente el riesgo aumenta durante el embarazo o el uso de anticonceptivos hormonales.
- La obesidad
¡El sobrepeso y la obesidad aumentan en 5 veces el riesgo de trombosis!
Los coágulos de sangre se forman a menudo en las extremidades. ¡El diagnóstico precoz de la trombosis puede salvar la vida! Debes preocuparte de:
1. La hinchazón de las extremidades
Una pierna o brazo hinchado es uno de los síntomas más comunes de la trombosis venosa profunda. Los coágulos de sangre bloquean el flujo de sangre y los vasos sanguíneos se dilatan, causando inflamación. Por supuesto, las extremidades pueden hincharse debido a la inmovilidad temporal, por ejemplo, durante viajes largos en el avión o el autobús. Pero si la inflamación aumenta rápidamente y, al mismo tiempo, está acompañada de dolor, esto puede ser un síntoma muy peligroso.
2. El dolor en el brazo o la pierna
Por lo general, el dolor que acompaña a un trombo venoso profundo, está combinado con otros síntomas, como la hinchazón o el enrojecimiento, pero a veces puede estar presente y por sí mismo. Por desgracia, el dolor causado por un coágulo de sangre, se confunde a menudo con el dolor muscular o el calambre. Esta es la razón por lo que los coágulos de sangre son peligrosos. El dolor trombótico, a menudo, se produce al caminar o levantar las extremidades.
3. Estrías rojas en la piel
Todo el mundo sabe que un hematoma es un trombo subcutáneo. Pero hay que preocuparse por otra cosa: cuando vea un cambio de color, similar a un hematoma claro y amplio o estrías rojas a lo largo de tus venas. A menudo, podrás sentir las extremidades más calientes al tacto.
4. Opresión en el pecho
La opresión en el pecho, que a menudo es confundida con un ataque al corazón, puede ser un síntoma de una tromboembolia pulmonar. Los síntomas realmente son muy similares, con la única diferencia de que el dolor causado por la tromboembolia pulmonar es agudo y penetrante; él aumenta cuando se respira profundamente. En el ataque al corazón el dolor pasa a los hombros, el cuello y la mandíbula. En cualquier caso, si tiene estos síntomas, debe llamar inmediatamente a una ambulancia.
5. La falta de aire y palpitaciones del corazón
El coágulo de sangre en el pulmón disminuye el suministro de oxígeno al organismo, por lo que el corazón trata de compensar su escasez y comienza a latir más rápido. Si de repente sientes mareos, falta de oxígeno y palpitaciones del corazón, tú necesitas atención médica urgente.
6. La tos sin causa aparente
Si añadimos a todos estos síntomas la tos, esto puede ser señal de una tromboembolia pulmonar. Si tienes tos seca, a veces con sangre, debes visitar a un médico a la brevedad.
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