Los padres primerizos sobretodo, quieren siempre mantener a sus hijos limpios, impecables y bien vestidos en cada momento. El que tengan una buena higiene es fundamental para quienes se preocupan por ellos. Pero al contrario de lo que pensamos, al bañarlos diariamente podríamos estar perjudicándolos más de lo que se cree. Un estudio reveló que los niños de hoy en día tienen el doble de probabilidades de tener problemas en la piel que la generación de sus padres.
Los recién nacidos en particular, tienen una piel muy sensible y ya que ellos permanecen en su cuna la mayoría del tiempo, no necesitan un baño diario, lo único es cambiar su pañal cada vez que se requiera y pasar una esponja semi húmeda bajo sus brazos y piernas. Cuando ya empiezan a comer sólidos y tirar los alimentos sobre su piel y tienen más contacto con el mundo exterior, obviamente necesitan más duchas.
Además, debemos recordar que los niños necesitan un poco de gérmenes para desarrollar su sistema inmunológico. “La exposición a la mugre puede proteger a los niños”, dijo el doctor Michael Welch, de la Academia Americana de Pediatría.
En cuanto a niños un poco más grandes, la Academia Norteamericana de Dermatología recomienda que los que tienen de 6 a 11 años se bañen al menos una o dos veces por semana, o cuando hay signos visibles de la mugre o un fuerte olor corporal.
Cuando se convierten en adolescentes los hábitos también cambian. En esa etapa sí se necesita el baño diario. Claro, en ese momento los padres ya no deben estar lidiando con el problema de hacer que sus hijos se metan a bañar. Un concepto muchas veces erróneo que siempre es bueno aclarar para poder ayudar a la salud y bienestar de los niños.
Este excelente dato debes compartirlo con todos tus conocidos, no lo dejes solo para ti.