Esta es una hermosa historia de una pareja que no pudo concebir hijos, y decidieron adoptar a un pequeño varoncito llamado Brian, en 1994, y luego a una pequeña niña, cumpliendo su sueño de tener a una niña y un niño.
Cuando Brooke tenía apenas 18 meses de edad, Cherry (su madre) le escribió una carta mientras ella dormía en su cuna, una carta que quería entregarle cuando su hija fuese al altar.
Y así fue como hasta el 2015, la reabrió para el matrimonio de su hija, 20 años después, esta madre la la imprimió y ocupo un trozo de su propio vestido de novia para convertirlo en un pañuelo bordado que sería por siempre parte de su hija.
La carta contenía lo siguiente:
Mi querida pequeña Brooke:
Mientras escribo esto, tu estás durmiendo en tu cuna. Tienes 18 meses de vida. Quiero que sepas cuánto amor y felicidad has traído a la familia. Una hermosa bebé para papá y yo. Y una hermana pequeña para Brian. Tu nos has convertido en una verdadera familia.
Antes de que nos casáramos con tu papá, queríamos tener un niño y una niña. Cuando estábamos saliendo, dijimos que si teníamos a una niñita se llamaría Brooke, tu eres nuestra pequeña Brooke.
Brooke, solo queremos que sepas que eres muy especial y que Dios te hizo más especial cuando te envió hacia nosotros.
Te amamos, mamá y papá.
La boda de Brooke finalmente se celebró en el 2015, y el emotivo momento en que madre e hija la leyeron fue grabado, mira este precioso y único momento:
