La artista Liza Lou pasó cinco años creando una cocina de tamaño natural y patio trasero con diminutas cuentas de vidrio. Todo, en los dos espacios, está hecho de perlas de vidrio de colores brillantes conocidos como “granos de la semilla” que a menudo se utilizan para la fabricación de joyas. La comida, el agua en el fregadero, los muebles y accesorios, y todas las 250.000 hojas de hierba en el patio trasero están hechos de granos de la semilla. Lou utiliza millones de perlas para crear estas escenas, y utiliza nada más que sus manos y un par de pinzas para colocar cada uno en el lugar correcto. Ella comenzó a trabajar en la cocina en 1991 y terminó en 1996, y el patio trasero se inició en 1999.
La cocina, con el diario, la comida, las bebidas, y un fregadero lleno de platos.
Gracias a las cuentas de vidrio, los objetos cotidianos se dan un brillo de joya.
La cocina cuenta con artículos de marca reconocida.
El fregadero está lleno de agua y platos.
Hasta un pie perfecto.
El patio, con césped, flores, muebles de patio, y los alimentos.
Algunos detalles más íntimos del patio trasero.
Hay alrededor de 250.000 hojas individuales de hierba de cuentas aquí.
Incluso hay bichos en el patio trasero.
Liza Lou en pleno trabajo.
El patio y la cocina instalada en el Museo de Arte de Santa Mónica, California.
(Fuente: VisualNews, WhereCoolThingsHappen, Designboom)
Si bien es una impresionante pieza de trabajo, puede que te preguntes por qué alguien podría pasar cinco años haciendo esto. Parece que Lou disfruta creando escenas como esta de materiales inverosímiles. Además cuenta con la ayuda de voluntarios. Este trabajo artesanal meticuloso no es nada nuevo para Lou, trabajó anteriormente en otros proyectos al mismo tiempo, mientras creaba la cocina y patio trasero. (Echa un vistazo a su último proyecto, campo de color). Después de instalarse en Sudáfrica en 2005, Lou comenzó a trabajar con artesanos zulúes que utilizan los métodos tradicionales de abalorios. Esta obra la inspiró a utilizar un método similar en su propio arte. Su trabajo, sin embargo, no está en la tradición zulú.
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