Lo mejor de la vida es disfrutar de los momentos simples, son aquellos los que valen la pena disfrutar y recordar siempre. Y es que el nacimiento y crecimiento de un ser vivo está lleno de magia y perfección, pero que a veces pasamos por alto. Todos los animales de este planeta partimos de la misma base. Todos empezamos a crecer dentro del vientre de nuestras madres o desde un huevo, para finalmente, tomar nuestro primer suspiro. Esto mismo lo notó un fotógrafo de finas artes que vive en Dhaka, Bangladesh, quien ha tenido por años conejos como mascotas.
“Durante 10 meses he estado fotografiando los conejitos que adopté. No sólo son adorables compañeros, sino también grandes modelos. La última vez que compartí algunas de sus fotos en Internet, la gente de todo el mundo dijo que los amaba. Eso me inspiró mucho, y decidí continuar con mi proyecto”, comentó. Y la verdad, se le hizo bastante fácil cuando su coneja, Tooni, tuvo 4 bolitas de pelo tan adorables, como para no sacarles la cámara de encima en todo el día. “Verlos crecer, abriendo sus ojos por primera vez, moviendo sus diminutos pies… todo era tan especial y mágico para mí, que me sentí en la obligación de capturar esos momentos y compartir la felicidad con otras personas”.
Ser creados prácticamente de la nada y convertirse en un bebé que todos los días presentará cambios en su cuerpo hasta convertirse en un adulto, es una de las cosas más increíbles de la vida. Y estos pequeños conejitos así lo demuestran. Claro que al ir creciendo su ternura no disminuye, sino que crece junto a ellos. Realmente adorables.
No dejes solo para ti estas tiernas fotos, compártelas con tus contactos.
