No hay nada más terrible que saber que la persona con la que decidiste pasar el resto de tu vida, ya no te ama y…es más, saber que esta persona en la que tanto confiabas y en la que habías puesto todas tus esperanzas, te engaña a tus espaldas.
Luego de saber lo que sucedía con su marido, la descarada amante de éste, no dudó en enviarle un poema en el que le echaba la culpa a ella, de ser la mujer que rompió el alma de su amado, y que tenía merecido todo lo que le pasaba.
Ante esto, la dolida y herida ex esposa, se le ocurrió la mejor venganza de todas…
Amanda Chatel, Es Una Mujer Y Escritora Estadounidense, De Solo 35 Años Cuyo Esposo, De 48, La Engañaba Con Una Chica De Solo 20 Años. Ella Se Enteró Al Tiempo De Que El Romance Ya Era “Formal”, Por Lo Que Quedó Devastada.
Pero, Lo Peor De Todo, Fue El Momento En El Que La “Jovencita”, Le Envió Un Poema A Amanda, Mencionándole “Que Era Una Mala Mujer, Que Había Roto El Alma De Su Esposo”.
Claro, Seguramente, Con 20 Años…Ella Le Iba A Salvar El Alma A Un Hombre De Casi 50. Pero, La Rabia Y La Indignación Fue Tal…Que Amanda Tuvo Una Gran Idea. Ella Le Envió Una Caja De Excremento De Caballo A Su Ex Esposo, Para Que El Olor, Hablara Por Sí Solo.
Por Más Curioso Que Parezca, Existe Una Página En Internet Que Se Dedica A Hacer Estas Cosas Y Ofrece Un Envío De “M¡3rd@” En Una Caja A Domicilio Y Solo Por USD $ 16,95. Amanda, Afirma Que Incluso Consideró Enviar Sus Propios Desechos Orgánicos, “ Sí, Sé Que Sueno Como Loca, Pero Hablemos Después De Que Sepas Que Tu Esposo Te Engaña Y Después De Recibir Un Poema De Parte De Su Noviecita”.
Afirma También, Que Luego De Tal Hazaña, Se Sintió Muy Bien Mientras Pagaba Por Su Envío, El Que Llegaría A La Casa De Su Ex Y Su Amante, Pero Luego, Lloró, Rió, Lloró Un Poco Más, Gritó Y Así Por Un Par De Días.
Créditos: dailymailuk
¡Eso sí que es terrible! Pero, ella encontró al menos una manera de poder sentirse mejor, con la situación…porque claro, entiendo que no sea lo más “digno” de hacer, pero es muy importante ponerse en sus zapatos, ¿no crees?
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