Anna Jeff tiene 23 años y cuando tenía 18 quiso “rebelarse” porque sus padres la controlaban mucho, según lo que contó a The Sun. Para llevarles la contra decidió hacerse un tatuaje bastante explícito y obsceno. Hasta el día no se arrepiente de su alocada decisión, pero admite que se ha llevado muchos malos ratos, pero el peor de todos es el que tuvo que pasar en la escuela de su pequeño hijo.
Se considera una “chica alocada” que simplemente vive la vida a su manera y sin importar el qué dirán. Admite que desde niña siempre fue un tanto rebelde, y cuando cumplió 18 años quería tatuarse. Como era de esperarse, sus padres le dieron el rotundo no, sin embargo, ella no hizo caso. Así que fue y se hizo un tatuaje de una Minnie Mouse haciéndole sexo oral al Mickey.
Anna dice que hasta el día de hoy no se arrepiente de su elección de tatuaje. Lo que sí recuerda es la terrible reacción de su papá, quien admite se preocupó demasiado y rechazó en todo momento tan osada decisión a la que llamó “una tremenda estupidez”. El hombre le decía a su hija una y otra vez que esa marca en su piel le traería muchos problemas a futuro.
Hoy en día Anna tiene dos hermosos hijo y aunque ella jamás pensó que su tatuaje le traería malos ratos, ha pasado todo lo contrario. Cuando va a dejar a su menor niño al colegio ha recibido miradas de desprecio de otros padres.
Y tanto ha sido el alboroto por el tatuaje que le han pedido por favor cubrirse eso cuando va a la escuela. La madre sigue firme y dice que aunque el centro educativo quiere que ella se comporte y sea de cierta manera, “se pueden ir muy lejos”.
“Es una parte de mi vida y lo respetaré. Si esas miradas me afectaran ya estaría muerta, me da igual lo que digan”.
Este es el polémico tatuaje:
Cada uno puedo ocupar su cuerpo para lo que quiera, no hay nada “ilegal o irrespetuoso” en eso. Compártelo con tus amigos.