Existen muchas instituciones educativas que aún restringen en ingreso o la permanencia de los alumnos con exigencias superficiales que no incluyen en el proceso de aprendizaje. Los jóvenes pasan por etapas en los que buscan su identidad, por lo que los adultos deben ser pacientes en su búsqueda y guiarlos. El derecho a la libre expresión es algo que todavía es difícil de aceptar en muchas partes tradicionalistas de este mundo y esta historia es una prueba de ello.
Erin Anais Hart de 15 años de edad, estaba pasando por su etapa gótica y era señalada en la escuela por su atuendo. La mayoría de los días, los niños visten uniformes, pero para un evento de caridad, se les alentó a que llevaran su propia ropa, pero curiosamente, luego se les juzgó por lo que usaban
Erin fue sacada de clase en la escuela King Charles I en Worcestershire, Inglaterra, tuvo que llamar a su madre pidiéndole que le trajera unos pantalones para que así pudiera estar “cubierta”.
Pero su madre no quiso ver avergonzado el cuerpo de su hija, por lo que le dijo que se viniera para la casa.
Cuando el subdirector llamó, se explicó diciendo que no le gustaba el estilo de Erin. Probablemente se sentía menos nervioso con un uniforme escolar.
Cuando esta lo presionó sobre el por qué, él finalmente dijo: “Ella se ve como si hiciera bondage.”
Conmocionada, la madre sacó inmediatamente a Erin de la escuela. Ahora Erin está en casa buscando un nuevo instituto que no tenga esta clase de administradores acosadores.
(Fuente: Distractify)
La reacción de la madre fue increíble, pero más increíble fue la actitud del director de llamar a una de sus alumnas como una trabajadora sexual, simplemente por su atuendo. Los adultos deben guiar a los niños en su búsqueda de identidad, pero nunca humillarlos o hacerles daño psicológico. Bien por la madre que actuó de inmediato.
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