Lisa Robinson es fotógrafa profesional, y cuando supo que sería madre por tercera vez, se propuso una misión: ella misma fotografiaría su labor de parto con su propia cámara.
Cuando llegó el esperado día, estaba decidida y su proyecto fotográfico quedó plasmado en una serie de imágenes muy íntimas y muy especiales que ha compartido con el resto del mundo.
Ella vivía en California, con su marido y sus hijos de nueve años y seis meses, cuando se enteró que estaba embarazada por tercera vez.
Lamentablemente, la pareja sufrió dos pérdidas, antes de recibir a su segunda hija, por eso es que la tercera fue una sorpresa totalmente inesperada pero maravillosa.
Lisa estaba preparada mentalmente para ese proyecto tan ambicioso, pero en realidad no sabía si sería capaz de auto fotografiarse en medio de todo el proceso.
“Tuve contracciones por cerca de una semana, entonces rompí aguas a las tres de la mañana. Cargamos con nuestras cosas, la cámara, y subimos al coche para irnos al hospital. Por suerte, el viaje no era muy largo. Cuando llegamos, me sacudía con cada contracción y en cierto punto me dije a mi misma: No hay forma de que puedas sostener la cámara”.
En medio de las contracciones, pude fotografiar las cosas que me rodeaban: los monitores y cosas por el estilo.
Me pusieron la epidural, y sentí que tenía mucho más control. Tuve mucha suerte. Estuve en labor de parto por 14 horas, pero no me pareció tanto. El tiempo pasó volando porque manejaron bien mi dolor.
Y por mi esposo, quien fue de gran apoyo.
Ya había consultado previamente con el doctor: ¿Tiene algún problema con que fotografíe el nacimiento?”, y le agradó la idea. Pero cuando entró en la habitación y vio que tenía una cámara justo en mi cara, creo que se sorprendió.
Tomé fotografías mientras pujaba y cuando estaba lista para pujar, levantaba las manos y llevaba la cámara a mi rostro. No sabía qué fotografiaba en ese momento, y tampoco sabía si algo saldría enfocado. Pero eso me ayudó a enfocarme.
Una parte de mí se preocupaba de que, al estar tomando fotos, no disfrutara del momento. Pero estaba totalmente consciente. Lo tenía todo muy presente cuando ella salía de mí.
Cuando veo estas fotos, puedo recordar exactamente cómo me sentía en ese instante. Puedo revivir el momento en que nació mi hija.
Adoré la expresión de mi marido en el momento en que vio a nuestra hija por primera vez. Estaba llorando de felicidad.
Sé que soy muy afortunada. Tuve un trabajo de parto muy fácil.
Nuestra hija es muy tranquila, es una bebita feliz.
Tuvimos contacto inmediato de piel con piel, y la amamanté inmediatamente.
Mi mamá tomó esta foto. Le presté la cámara justo después de que me entregaran a Anora y se quedara dormida.
¿No encuentras que es una hermosura esta bebita?