Ya está más que comprobado que los animales muchas veces son más sensibles y solidarios que los propios humanos, entregando amor incondicional. Pero esta historia te lo dejará aún más claro. El nombre de esta pequeña heroína es Masha, una gatita callejera que vive en Rusia y que salvó la vida de un pequeño bebe que fue abandonado.
Alguien (sin corazón) abandonó en una caja a un indefenso bebé en las calles de Obnisnk en pleno invierno.
Afortunadamente Masha se dio cuenta y, como explican los médicos, le dio el calor que necesitaba para sobrevivir al inclemente frío.
Masha se encargó de cuidarlo y protegerlo, y no se alejó ni un instante del pequeño.
Incluso los lugareños explican que la noble gatita maullaba para atraer la atención de las personas que pasaban cerca. Ella sólo quería proteger al indefenso bebé, ¡increíble!
Irina Lavrova, una habitante de la zona y alguien que conoce a Masha, explica que esta gatita siempre es muy amable con las personas y cuenta lo mucho que se sorprendió al encontrar al pequeño bebé y darse cuenta de que Masha lo había cuidado todo ese tiempo.
La gatita vive en la calle pero los vecinos del lugar se encargan de ella y le dejan entrar en sus casas sin problema cuando ella lo requiere. Es una gatita muy buena y trató al bebé como si fuera su propia cría.
Sacó sus instintos maternos y cuidó muy bien del pequeño. En cuanto los encontraron, el bebé fue trasladado de inmediato a un hospital, donde se confirmó que estaba en perfecto estado y que Masha lo había salvado de morir congelado.
(Fuente: Schnauzi)
El instinto materno es tan poderoso que no distingue ni de razas ni de especies de animales. La historia de esta generosa gatita deja en claro una vez más que parece que la especie más “salvaje” siguen siendo los humanos.
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