Pareja Esperó Por 1 Hora Su Cena En Este Restaurante Y Le Escribieron Este Mensaje Al Mesero

¿Qué haces cuando quieres pasar un lindo momento pero el servicio del local que eliges es horrible? ¿has tenido que esperar más de 1 hora en que traigan tu pedido en algún restaurant? La mayoría de las personas, al no ser atendidas, o al demorarse con el pedido que han hecho en algún restaurant, se van a otro donde la atención sea expedita o ponen una anotación en el libro de reclamos, o simplemente hacen saber su molesta respecto al asunto. Esas serían reacciones normales, sin embargo esta pareja actuó de forma distinta, llevándose muchos elogios.

 

Makenzie y Steven Schultz fueron por una romántica cena al Local de sushi Kazoku, el cual tenía un significado especial para ambos. Lamentablemente, su cena no fue como ellos esperaban.

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El restaurant ubicado en Cedar, Iowa, tenia un servicio tan malo que lo que debía ser una espera de 15 a 20 minutos, se transformó en horas. El mesero demoró 20 minutos para llevarles el agua, 40 minutos para un aperitivo y más de una hora para llevarles el primer plato. Muchos de los clientes que estaban en el restaurant a esa hora decidieron irse enfadados por la mala demora, otros se reían de la situación, Makenzie y Steven, en cambio, decidieron esperar y dejarle una nota al mesero junto con una propina de US$100.

 

 

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  • “Ambos hemos estado en tus zapatos. Te devolvemos la mano”

 

¿Cuál fue el motivo de esta nota y de esa suma de dinero? Es simple, ambos habían sido meseros, por ende entendieron todo lo que tuvo que trabajar para atender a más de 12 mesas él solo.

 

Makenzie lo explica en una publicación que compartió en su cuenta de Facebook:

 

“Les voy a contar algo que nos pasó hoy: el servicio del restaurante al que fuimos fue terrible. Tardaron 20 minutos en traernos agua, 40 minutos para un aperitivo, y más de una hora para el primer plato. Los demás clientes se reían de lo malo que era el restaurante y lo malo que era el servicio. La verdad es que era terrible.  Pero era obvio que el problema era la falta de camareros. El camarero que nos servía iba corriendo de un lado para otro como loco y nunca se enojó con ningún cliente.  En un momento tenía 12 mesas, además de la gente de la barra. Más de lo que una sola persona puede llevar.  Mientras observaba sentada cómo corría de un lado para otro, le dije a Steven… Wow, esos éramos nosotros  cuando trabajábamos de camareros. No lo echo para nada de menos. Lo hacía por las propinas.  Steven y yo estuvimos de acuerdo en que le alegraríamos la noche a este camarero, que obviamente no iba a recibir ninguna propina por el lento servicio. Nos fuimos antes de que viera esto y no publico esto para que la gente me alabe. Esto es solo para que nos acordemos de observar la situación antes de juzgar. Y siempre, siempre, siempre recuerda de dónde vienes”.  

 

 

Bonito gesto acompañado de un duro mensaje para quienes criticaron y no dejaron propina al joven mesero.

 

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