Él era tan solo un perro que merodeaba en medio de las basuras de los alrededores, la suciedad y mal olor, que hacían que nadie se acercara por allí un buen tiempo. En medio de su búsqueda por solo comida y refugio termina haciendo algo “milagroso” y salvó la vida de un ser humano. Esta es la impactante historia de frialdad del ser humano y la extrema caridad de los animales.
Pui es un perro de raza mestiza que pasaba su tiempo en las calles de la capital de Thailandia. Un día, Pui salió en búsqueda de algo para comer y hurgo en una de las montañas de basura que se acumulan en diferentes lugares de la ciudad. De repente, en medio de la inmundicia, el hedor y los desperdicios, encontró una bolsa plástica de color blanco. Inmediatamente el perro notó algo inusual. Así que tomo la bolsa por el extremo que estaba anudado y la cargó en su “boca” hasta la casa de la familia que lo cuidaba; cuando llegó al lugar, ladró incesantemente hasta llamar la atención de uno de sus cuidadores.
Un quejido muy débil, frágil y bajo, se escuchó de repente. Provenía nada más y nada menos que de la bolsa que Pui acababa de traer. Uno de los dueños se acercó para quitar el nudo de la bolsa y se encontró con que había un bebe recién nacido. Al observarlo, se dieron cuenta que su nacimiento había sido prematuro, así que de inmediato la señora de la casa lo tomó y lo abrigó entre cobijas y mantas gruesas y llamaron a una ambulancia.
Era sin duda alguna una salvación en el último segundo, pues su respiración y vitalidad se habían ido desvaneciendo poco a poco. No pesaba ni siquiera 2 kilos y estaba gravemente desnutrido. Quizás cuánto tiempo había pasado en aquel lugar rodeado de putrefacción y porquería. En el hospital, lo atendieron con urgencia y empezaron de inmediato la búsqueda de la irresponsable madre.
La noticia se esparció rápidamente entre la gente de toda la ciudad. El pequeño bebé sobrevivió y el héroe, era claramente Pui el perro mestizo. Incluso un equipo de la televisión llegó a la casa de sus cuidadores para hacer una nota sobre su hazaña.
En una celebración, le obsequiaron un collar de cuero con una pequeña medalla que colgaba de él y su familia recibió un pequeño premio de alrededor 250 euros, los cuales necesitaban urgentemente y no dudaron en recibirlo agradecidos.
Afortunadamente este perro estaba en el lugar correcto y en el momento correcto, para salvar la vida de ese pequeño inocente que tuvo que sufrir las consecuencias del peor acto que una madre irresponsable podría haber hecho. A veces los animales muestran más “humanidad” que los propios seres humanos.
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