Thomas McClellan (25) de Michigan, Estados Unidos, confesó el crimen de asesinar a su hijastra Luna Michelle de tan solo 5 años el 1 de noviembre del año 2016. La niña cometió el “error” de pedir comida cuando “no era la hora de la cena” y su padrastro se indignó tanto que le provocó la muerte.
Bomberos del distrito encontraron el cuerpo de Luna calcinado en el apartamento de McClellan que compartía con la madre de la niña, Victoria King.
El hombre se entregó voluntariamente a la policía admitiendo que asesinó a la pequeña debido a su “actitud” al no querer salir de su cuarto hasta que le dieran comida.
Una grabación de una entrevista entre McClellan y el detective del caso Charles Buckland fue reproducida durante el juicio de formalización del asesino.
Según Lansing State Journal, el hombre le contó al detective que durante el día del homicidio estuvo discutiendo con la madre de Luna, Victoria King, con quien llevaba casado 3 meses.
El hombre estaba al cuidado de Luna mientras Victoria había ido a trabajar. Eran las 5pm del 1 de noviembre y el hombre estaba tomando una siesta en su habitación. Luna fue hasta su dormitorio y tocó a su puerta para preguntarle si podía comer un aperitivo. La niña no sabía que esta pregunta desencadenaría su muerte.
“¿Qué fue lo horrible que hizo Luna para que tuvieras que matarla, Tom?” – preguntó el detective en la grabación. Ante la pregunta el hombre responde que “Le dije que no era hora de la cena”.
De acuerdo al relato, el hombre contó que Luna regresó a su habitación, aunque continuó pidiendo comida. El acto de pedir comida que hizo la niña le dio “más actitud” a McClellan, de acuerdo a la entrevista.
Fue en ese momento que el hombre fue hasta su habitación, se sentó sobre el pecho de Luna y la apuñaló en al menos 5 ocasiones. Luego la envolvió en una sábana, le vertió vodka y le prendió fuego.
Cuando las llamas se comenzaron a esparcir por la planta baja, el departamento de bomberos del municipio de Delhi fue llamado para extinguir el incendio.
Los bomberos pensaron que la pequeña niña podría estar escondiéndose del fuego en algún armario o bajo la cama, pero bastaron pocos minutos para que se dieran cuenta que estaba envuelta en unas sábanas en llamas.
Debido a que el hombre admitió haber asesinado a su hijastra, los abogados defensores y fiscales aún se encuentran discutiendo si formalizarlo por homicidio en primer o segundo grado.
Esto es debido a que el hombre, luego de matar a su hijastra, “no salió corriendo de la habitación con sangre, asustado ni entró en pánico“. De hecho, llamó al 911 luego de apuñalar a Luna.
Espero que actos como estos no vuelvan a ocurrir y que este hombre cumpla su condena tras las rejas.
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