Bekah Georgy, compartió en un blog, una carta al chico que le sirvió un café en Starbucks, por haberle salvado la vida ese día y…quizás para siempre. Porque, con un simple gesto que hizo este joven, ella ha podido mirar las cosas desde otro punto de vista.
Los momentos de alegría y equilibrio en la vida de Bekah, solo son fugaces y aunque intenta mantenerse entusiasta y resaltar lo positivo de la vida, no siempre lo logra. Ese día, pasaba por una fuerte crisis y, de no ser por la sorpresa de este chico, quizás su vida habría acabado ese día.
Esta es su historia…
Un Día, Como Cualquier Otro Bekah, Se Escondía Detrás De Una Sonrisa Falsa, La Que Presenta Al Resto Del Mundo, En El Día A Día.
Esta Chica, Lleva Años Luchando Contra La Anorexia Y, Para Poder Sobrevivir Debe Tener Un Tubo De Alimentación Conectado A Su Nariz.
Ella, Se Ha Intentado Suicidar Al Menos 5 Veces, Y Según Sus Comentarios, Ella Se Odia Mucho Y Ha Pasado Hambre Casi La Mitad De Su Vida. Pero, Un Día En Particular, Se Sentía Muy Mal.
Entre Su Tratamiento Y Terapias, Estaba Realmente Agotada Y Lo Único Que Puede Ingerir Sin Sentirse Tan Mal, Es Un Café.
Por Eso Pasó A Comprar Uno Y El Chico De Starbucks, Le Escribió “Smile” (Sonríe) En El Vaso. “Quizás Lo Hizo Al Ver Mi Mal Aspecto O Mi Tubo Alimentador En Mi Nariz, Pero Con Esa Minúscula Palabra Cambiarías Mi Día Y Posiblemente Mi Vida”, Afirma La Joven.
“Quizás Viste Más Allá De Mi Falsa Sonrisa, De Cualquier Manera, Estoy Muy Agradecida”, Sigue Bekah. Quien Afirma Que Ese Día, Las Ganas De Quitarse La Vida Ese Día, Abundaban En Sus Pensamientos.
Por Lo Que Este Acto De Bondad, Realmente Llenó Su Mundo De Esperanzas. Y, Ella Cuenta Que, Cada Vez Que Ve El Vaso, Sonríe…Literalmente.
Créditos: mighty
Qué increíble es el poder de un simple acto de bondad. Para algunos es solo cortesía pero para otros es la vida misma.
¡Comparte esta nota y no olvides sonreír ni hacer sonreír a los demás!