Su Padre Lo Abandonó Cuando Pequeño, 30 Años Después Tiene Noble Gesto Con Camarera

Criar un hijo es una tarea nada sencilla, la cual se complica mucho mas cuando uno de los dos esta ausente. Por diversas razones, hoy es un común que uno de los padres se vea obligado a educar a su hijo solo.

La niñez de Sean Whalen fue marcada por la separación de sus padres, y su vida cargada de los sacrificios de su madre. Él, su madre y su pequeño hermano fueron echados a la calle, luego de una gran discusión. Sin nada de dinero, sin un lugar donde hospedarse, tuvieron que recibir la ayuda de una iglesia, y la madre de familia se vio en la obligación de conseguir dos trabajos para poder sacar sus dos hijos adelante.

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Eso fue 30 años atrás.

 

El pasado 17 de marzo, Sean estaba cenando con su hijo en un restaurante de la ciudad, cuando se percató que la camarera tenía algo que le recordaba mucho a su madre. Ella no quería estar ahí. Tenía un semblante triste, pero se veía obligada a sonreír para atender a los clientes. Y así pudo sentir que quizá estaba en la misma situación por la que había estado su madre 30 años atrás; teniendo la obligación de trabajar duro para sacar a sus hijos adelante.

 

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En ese momento, Sean tuvo una idea para alegrar, en parte, la noche de esa camarera. Le dejó una gran propina.

A través de las redes sociales, Sean compartió una foto del gesto que tuvo junto a un comentario, el cual se ha vuelto viral.

 

foto 2

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“DIVORCIO.

El día que mis padres se separaron está grabado para siempre en mi memoria. Papá y yo comenzamos a discutir y todo acabó en una gran pelea. Mi padre se puso como loco y nos echó de casa a madre, mi hermano pequeño y a mí. Esa noche tuvimos que dormir en un hotel. Cuando volvimos al día siguiente, mi padre había cambiado las cerraduras. Yo vi cómo mi madre le suplicó a mi padre a través de la puerta, que nos dejase entrar a coger ropa, etc

Él no lo hizo

Tuvimos que volver con un escolta policial

Nunca olvidaré los policias entregandome una bolsa de basura negra diciendome que tenia 10 minutos para sacar lo necesario.

Cargué toda la ropa que cupo en la bolsa y esa fue la última vez que pisé la casa.

Sin los trofeos de baseball

Ninguna de mis 10.000 tarjetas de baseball

Ninguna de mis cosas

Diablos, dejé mi tortuga de mascota.

Yo, mi mamá y mi hermano pequeño nos mudamos a un pequeño piso donde no teníamos absolutamente de nada. Personas de la iglesia nos trajeron cacerolas, sartenes, sofás, camas y comida. Mi padre sacó el dinero que tenían en el banco y se fue dejando a mi madre sólo con el dinero que llevaba en su monedero. Mi madre no podía hacer nada. No teníamos familia cerca. No teníamos a nadie, sólo la ayuda de unos desconocidos de la iglesia.

Yo comencé a darme cuenta de todo lo que mi madre había hecho por nosotros cuando yo mismo me convertí en padre soltero. Nunca entendí cuando era pequeño toda la energía y esfuerzo que mi madre había puesto en mi hermano y en mí. Ella se dejó la vida trabajando para que nosotros saliésemos adelante. Ella hizo todo lo que pudo para que nosotros pudiésemos tener todo lo que deseásemos.

Hasta el día de hoy no sé como lo hizo. No tengo idea cómo no se arrojó de una torre en varias oportunidades. Yo lo hubiera hecho.

Recuerdo vívidamente, caminando por su cuarto, viendola en sus rodillas rezando incontadas noches.

Solo puedo profundizar la cantidad de lágrimas que cayeron por el rostro de esta dulce mujer, suplicandole a Dios un descanso. He sentido tantos dias de dolor. Me he cuestionado muchas veces, pero esta mamá divorciada con dos hijos nunca se rindió. Ni una sola vez…”

 

Así recuerda Sean la constante lucha que tuvo que soportar su madre, para poder criarlos a él y a su hermano pequeño.

 

Por ese motivo se sintió tan conmovido cuando vió a la camarera en aquel restaurante chino.

Esta noche, cuando mi hijo y yo nos sentamos en ese sucio antro chino, lo amamos. Habia una nueva camarera.

Los dueños son Chinos, los trabajadores son chinos y esta camarera blanca… ella ella fantastica y continuamente le decía cumplidos a mi hijo en su forma. Comimos nuestra cena.

A través de pequeñas charlas con ella, cuando venía a rellenar mi vaso de agua, me quedó con la sensación de que esta madre sola no quería realmente estar allí, pero no le quedaba más remedio y lo hacía poniendo su mejor sonrisa. Me rompió el corazón. Yo pensé en mi madre, y vi la misma lucha en esta mujer que veía en mi madre. Una madre sola. Quizá por decisión propia. Quizá no. Pero, sea como sea, trabajando un miércoles por la noche para asegurarse de poder poner comida en el plato de sus hijos y zapatos en sus pies.

 

No por riqueza. No por estatus. Para poder vivir. Para poder dar algo a sus hijos que le hacen sonreír todos los días. Yo podía sentir su dolor. No podía dejar de pensar en mi madre y lo difícil que era ser una madre sola que tiene que mantener a su familia. No me puedo ni imaginar cómo se pueden sentir estas madres.

Yo sé que mi propina no iba a pagar el alquiler de su vivienda.

Yo sé que mi propina no iba a pagar las facturas del dentista de sus hijos.

Yo sé que mi propina no iba a llenar su nevera.

Pero esperaba, al menos, poder hacerla sonreír esa noche, y que pudiese volver a su casa un poco más feliz que cuando salió para ir a trabajar.

No conozco realmente su historia. No necesito conocerla. Yo sentí esa noche que, quizá, en algún momento alguien hizo esto mismo por mi madre y eso le dio fuerza para trabajar por las noches y no darse por vencida. Realmente no lo sé. Nunca lo sabré. Pero yo sé algo: Yo he sido bendecido con más de lo que se pueda imaginar,y mi madre siempre estuvo ahí. Ella me enseñó como reponerme de los malos momentos. Ella me mostró lo que es el trabajo y el esfuerzo. Espero que este pequeño gesto con mi hijo esta tarde puedo aportar algo de luz a la vida de esta mujer para que tenga más fuerza para levantarse mañana y luchar contra viento y marea.

Madres solas que luchan… RESPETO. Son maravillosas y sus hijos aprenden cada día de vuestro esfuerzo. Son su inspiración. Precisamente como mi madre lo ha sido para mí.

 Mamá, te quiero. Eres mi héroe.”

 

La publicación de Sean causó tal revuelo, que ya ha sido compartida más de 55 mil veces, teniendo cerca de 128 mil me gusta y 11mil comentarios.

Repitiendo las palabras de este padre, Respeto por las madres quienes luchan solas. Son un ejemplo de lucha y esfuerzo.

 

Comparte esta linda historia.

 

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