El tener una mascota muchas veces es casi como tener un hijo, ya que, requiere muchos cuidados, y varias cosas cambian en tu hogar cuando ellos llegan. Cualquiera que haya tenido alguna vez un perro sabe que algunas cosas son un poco diferente una vez que tengas una bola de piel ladrando en tu casa.
Antes: Despertar con el sonido de la alarma a la hora exacta.
Después: Despertar con el jadeo, el pelo, y la baba a la hora que lo especifique el perro.
Antes: Ir a largas caminatas o trotes constantes.
Después: Ir en largas caminatas o trotes que son interrumpidos por ir al baño.
Antes: Encontrar cabello humano ocasionalmente pegado a tu ropa.
Después: Encontrar pelos de perro en tu ropa, en la comida, en tus muebles, y en todas las partes que te puedes imaginar.
Antes: Tener la cama para ti mismo o compartirla con tu pareja.
Después: Saborear cada momento cuando se tiene más de 5 centímetros de espacio para dormir.
Antes: El uso de la puerta para entrar y salir de la casa.
Después: El uso de la puerta para dejar salir al perro, esperar cinco minutos para ver si el perro decide realmente si quiere salir, la cierras, y luego la abres de nuevo cuando el perro decide que en efecto, quiere salir.
Antes: Hueles como cualquier perfume, colonia o jabón que usaste ese día.
Después: Oler como en lo que tu perro rodó en antes de saltar en tu regazo.
Antes: pisos impecables.
Después: pisos esparcidos con tierra y manchas de baba.
Antes: Limpiabas el derrame de bebida cuando ocasionalmente se te derramaba.
Después: La limpieza de los fluidos corporales que definitivamente no son los tuyos.
Antes: Ir al médico.
Después: Gastar una pequeña fortuna en facturas del veterinario.
Antes: Comer comida en paz.
Después: Nunca estar solo cuando el alimento está implicado.
Antes: Tus invitados pasan todo el tiempo contigo.
Después: Tus invitados pasan todo el tiempo con tu perro.
Antes: Oír el timbre de la puerta y saber que alguien estaba esperando en la puerta de tu casa.
Después: Luego con ladridos enloquecidos sabes que alguien está un poco cerca de tu casa.
Antes: Un patio cubierto de hierba y tal vez un ornamento de césped.
Después: Un patio cubierto de caca, pelotas de tenis y palos.
Antes: Dejabas comida donde querías.
Después: No hay mostradores suficientemente altos y no hay mesas lo suficientemente bajas.
Antes: La gente pasea por tu casa, olfatea y pregunta que delicia de velas encendiste.
Después: La gente pasea por tu casa, olfatea y pregunta si acabas de darle a tu perro un baño.
Antes: Confiar en el juicio de tu madre con respecto a las personas con las que sales.
Después: Confiar en el juicio de tu perro con respecto a la gente con la que sales.
Antes: La compra de un coche era basado en la apariencia, el precio y el kilometraje.
Después: La compra de un coche es en función de que si puedes o no dar cabida a tu compañero canino.
Antes: Ibas al centro comercial y deseabas poder llevar a casa todos los últimos dispositivos.
Después: Ir a un refugio y desear poder llevar a casa todos los perros.
Antes: Paz y tranquilidad significaba que todo estaba bien en tu casa.
Después: Paz y tranquilidad significa que algo estará siendo destruido.
Antes: Te preocupabas por llegar al aeropuerto a tiempo antes de las vacaciones.
Después: Te preocupas acerca de qué hacer con el perro durante las vacaciones.
Antes: Barrías comida que cayó en el suelo.
Después: Conoces a alguien más que va a devorar todo lo que se te cae de inmediato en el suelo.
Antes: Hablabas con una voz normal.
Después: Ahora hablas con una voz aguda y repites ciertas frases.
Antes: Tenías una vida que estaba muy bien en general, pero tenías la sensación que algo te faltaba.
Después: Ahora sientes que el agujero con forma de perro en tu corazón por fin se ha llenado.
A pesar de que las cosas cambian un poco con la llegada de este nuevo integrante de la familia, sin duda, vale la pena porque puedes llegar a tener los mejores recuerdos y momentos junto a él. No olvides que el merece ser cuidado como corresponde, así que el tener una mascota requiere responsabilidad también.
Comparte la hermosa forma en que un perro cambia tu vida.